El derribo de un caza ruso por las fuerzas turcas ahonda la crisis Siria
La fuerza aérea turca derribó este martes un avión de combate ruso Su-24
que, según el Gobierno de Ankara, había violado su espacio aéreo pese a
recibir repetidas advertencias. El Kremlin negó que su aparato hubiese
cruzado la línea fronteriza. El presidente Vladímir Putin calificó el
derribo de “ataque a traición”. El episodio eleva la tensión entre los
actores implicados en el conflicto sirio y complica la coordinación de
la ofensiva contra el ISIS y de una transición política en ese país.
Turquía alegó que el Su-24 presuntamente había violado su espacio
aéreo, en un incidente que se produce en medio de una escalada de
tensión con constantes advertencias del Gobierno de Ankara a que los
aviones rusos y las fuerzas del régimen sirio detengan sus ataques a la
región turcomana siria de Bayirbucak, en poder de las fuerzas
opositoras. Las autoridades turcas afirmaron haber atacado el bombardero
después de haberle lanzado una decena de advertencias en cinco minutos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, reaccionó acusando a Turquía de “ataque a traición” y complicidad con el Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés).
Según su versión, el bombardero Su-24 realizaba una operación
antiterrorista en territorio sirio. La acción turca “tendrá serias
consecuencias” para las relaciones entre los dos países, afirmó el jefe
del Estado. Tanto el presidente Putin como su Ministerio de Defensa han
negado que el avión hubiera penetrado en territorio turco.
Las Fuerzas Armadas rusas enviaron un helicóptero Mi-8 para intentar
rescatar a los dos pilotos del avión derribado, que lograron eyectarse
del aparato. El helicóptero fue a su vez atacado y se vio obligado a un
aterrizaje de emergencia “en territorio neutral”, dijo el portavoz del
Ministerio de Defensa, el general Serguéi Rudskoi. Un infante de marina
ruso murió en este incidente. El portavoz también informó de la muerte
de uno de los pilotos del bombardero. La situación del segundo
permanecía anoche sin esclarecerse.
El Ministerio de Defensa ruso anunció que tomaría tres medidas a
consecuencia del suceso. Los bombarderos rusos actuarán solo acompañados
de una escolta de cazas, la defensa antiaérea sobre la zona de
actuación en Siria será reforzada con ayuda de la marina y del buque
Moskva, que tomará posiciones en las cercanías de Latakia, y se
interrumpirán los contactos militares con Turquía.
La OTAN apela a la calma tras el incidente
CLAUDI PÉREZ:
Llamamiento a la calma. El secretario general de la OTAN, el noruego
Jens Stoltenberg, apeló este martes tras una reunión de urgencia “a la
calma y a rebajar la tensión”, después de que el Ejército turco abatiese
un avión militar ruso en la frontera con Siria. Stoltenberg subrayó que
varios servicios de inteligencia aliados confirman la versión de
Ankara: el caza ruso violó el espacio aéreo de Turquía, algo que niega
insistentemente Moscú.“Esta es una situación muy seria: requiere que
todos seamos prudentes”, dijo Stoltenberg, quien expresó “la
solidaridad” de la Alianza con Turquía.
Bombardeos intensos
Hace diez días, el régimen sirio de El Asad, apoyado en tierra por milicianos iraníes, y desde el mar y el aire por las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, lanzó una ofensiva para tomar la montañosa región de Bayirbucak, situada al sur de la provincia turca de Hatay y habitada mayormente por turcomanos ligados a la oposición siria, aunque, según denuncia Damasco, infiltrados por grupos yihadistas como el Frente al Nusra.
“Nos enfrentamos a intensos bombardeos, como no habíamos sufrido en cuatro años de guerra”, explicó a EL PAÍS Yusuf Mahli, dirigente del Movimiento Nacional Turcomano (TMHP) y de la Coalición Nacional Siria, que agrupa a la mayoría de opositores a El Asad. Mahli, que se encuentra refugiado en Turquía pero mantiene el contacto con los milicianos turcomanos sobre el terreno, afirma que se trata de “un combate desigual”. “Los nuestros sólo poseen armas ligeras y se enfrentan a bombardeos desde tierra, mar y aire”, asegura.
En los últimos días, las fuerzas leales al presidente sirio lograron conquistar varios pueblos al sur de la zona en disputa (Ghmam, Zuveyk y Derhanne) y, en la mañana del martes, la cadena CNN-Türk afirmaba que los turcomanos habrían perdido tres nuevas colinas. Los combates son, de hecho, perceptibles desde el lado turco de la frontera.